10 Nov MARY QUANT, REVOLUCIONARIA DE LA MODA
Por Angie Hernández
El sexo femenino ha hecho historia a lo largo y ancho del planeta en diferentes rubros. En esta ocasión les presentamos a Mary Quant, que se ha consolidado en el mundo de la moda como un ícono.
La década de los sesenta se caracterizó por su ebullición, y las mujeres protagonizaban estos cambios. Entre ellas, la inglesa Mary Quant escandalizó a la sociedad con tijera en mano, acortando el largo de las faldas y dando origen a “la mini”.
Esta prenda, además de convertirse en una de las grandes revoluciones del diseño, se transformó en un símbolo libertario para las féminas de entonces. Basta recordar que las muchachas más osadas de aquellos tiempos sólo dejaban ver hasta la mitad de sus pantorrillas.
Si bien Mary Quant es conocida por popularizar en 1964 la minifalda, a ella se deben varias creaciones dentro del mundo de la moda, como las pantimedias de colores –el complemento ideal para las faldas cortitas–, los suéteres acanalados y ceñidos, y los cinturones caídos. Pero en 1969 altera nuevamente el pudor de los más conservadores, dando a conocer su nueva propuesta: los hot pants, llevando a los clásicos shorts hasta su más mínima expresión.
La Iglesia puso el grito en el cielo y dijo que era “moralmente inaceptable”, a lo que las señoritas de los sesenta respondieron quitando más tela a sus shorts y faldas. En alguna ocasión, Mary Quant comentó:
“Todo resultó en una democratización de la moda y la diversión… Fue muy satisfactorio ver que no sólo las modelos de los sesenta usaban mis prendas, sino también los nobles y los millonarios. Ellos tenían todo, excepto ropa divertida… Lo snob pasó de moda y en las tiendas encontrabas a duquesas y mecanógrafas empujándose por comprar el mismo vestido… La moda se había convertido en un instrumento de igualdad.”
En la Escuela de Arte Goldsmith de Londres, la diseñadora encontró las herramientas para dar forma a su inspiración, y en 1955 abrió su primera tienda, la mítica Bazaar, en sociedad con el que dos años más tarde sería su marido, Alexander Plunker, y con Archie McNair, en la céntrica calle King’s Road de la capital inglesa.
Ya en 1966, Mary Quant es nombrada miembro de la Orden del Imperio Británico, pero tras esas agitadas décadas de los sesenta y setenta se retiró del diseño de ropa para atender sus negocios de cosmética, a lo que luego incluyó joyería, alfombras, corbatas para caballeros y lentes de sol. En 1973, el mundo de la cultura la reconoce montando una retrospectiva en el Museo de Londres.
La prenda fetiche del pop fue disputada por otro diseñador, el francés André Courrèges, pero fue la vanguardista Mary Quant quien rompió con las reglas que imperaban en aquellos momentos y difundió la breve indumentaria.
Mary Quant pasará a la historia más que como una gran diseñadora, como protagonista de una revolución cultural.
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