ZAHA HADID: EL PODER FEMME EN LA ARQUITECTURA

ZAHA HADID: EL PODER FEMME EN LA ARQUITECTURA

Editorial

 

La estética de Hadid dinamita la tradición, en la línea de figuras visionarias como Leonardo da Vinci y Frederick Kiesler. El trabajo de esta arquitecta que fue la primera mujer reconocida con el prestigioso Premio Pritzker en 2004, va más allá del diseño de edificios y abarca el dibujo, la pintura, el relieve, la escultura y las instalaciones, además del diseño de muebles y objetos.

Dame Zaha Hadid fue una prominente arquitecta nacida en Bagdad, procedente de la corriente del deconstructivismo. A pesar de ser de nacionalidad iraquí, la mayor parte de su vida la pasó en Londres, donde se ubica su estudio de arquitectura, aún vigente.

Y aunque no fue fácil la vida profesional de Zaha –debido a que es una mujer árabe– fue la primera femme en ganar el Premio Pritzker de Arquitectura a sus 26 años de historia, esto a partir que ella desarrolló un enfoque arquitectónico radical, jugando con líneas y formas en la arquitectura en cada uno de los edificios que realizó, como se comprueba con el Centro de Arte Contemporáneo Rosenthal, en Cincinnati, donde se pueden contemplar múltiples puntos de perspectiva y geometría fragmentada para evocar el caos de la vida moderna.

Aunque todos los arquitectos tienen que luchar, Hadid tuvo que pugnar más que la mayoría. Su pensamiento único, su singular falta de compromiso ante lo tradicional es parte de la leyenda. En parte, ella tuvo un temperamento artístico, que tal vez necesario para crear su arquitectura contundente como un mecanismo de supervivencia en lo que es una profesión claramente machista.

Considerada como una diva por los críticos, Hadid también fue reaccionaria, así lo comprobó en la apertura de su primer edificio público importante: el Centro de Arte de Cincinnati en 2003, cuando las chicas que componen su equipo utilizaban camisetas que decían: “¿Me llamarían diva si yo fuera un chico?”.

Pero la filosofía de Zaha Hadid (nacida en 1950 en Bagdad) tuvo que ver con el Irak, muy diferente al que hoy conocemos, en donde la artista vivió durante su infancia. Se trataba de un país secular con una economía de rápido crecimiento que floreció hasta que el partido Baath tomó el poder en 1963, y donde su familia intelectual burguesa tuvo un papel protagónico. El padre de Hadid fue un político, economista y empresario, un cofundador de la National Democratic iraquí y líder de los Partidos Democráticos Iraquíes Progresistas, por lo que Hadid razonaba para que la arquitectura fuera igual de democrática hacia el sexo femenino.

Así, después de estudiar en un colegio de monjas en Bagdad y Suiza, y una licenciatura en matemáticas en la Universidad Americana de Beirut, Hadid se matriculó en la Architectural Association de Londres en 1972.

Desafortunadamente Hadid falleció el 31 de marzo de 2016 a causa de un infarto en el miocardio. Quizá por ello actualmente el mundo del diseño, el arte, la moda y la arquitectura valoran más el trabajo que lleva el apellido Hadid, un cheque al portador. Incluso diseñó bolsos para Fendi, lámparas Wonderglass, muebles para CICTCO (como el sofá Zephyr o la mesa Liquid Glacial), así como hoteles y boutiques. Aunque lo más relevante, en los últimos años, fueron sus exposiciones de obra artística y proyectos experimentales –instalaciones, maquetas, pinturas, dibujos, muebles y hasta objetos domésticos–, conforman el trabajo que desea proyectar en el futuro.

En la red: www.zaha-hadid.com

 

 

 

 

 

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