14 Ene TOM DIXON: EL BUEN GUSTO DE LA IRREVERENCIA
Por: Pepe Treviño
Hoy no analizamos la obra de ningún pintor o escultor. Esta vez analizamos a uno de los gurús del diseño industrial. Se llama Tom Dixon y es uno de los diseñadores consagrados que le ha inyectado su espíritu creativo a innumerables hoteles, museos y restaurantes.
Nacido en Sfax, Túnez, en 1959, Dixon llegó con sus padres a Inglaterra como un niño normal, hasta que comenzó a relacionarse con las artes durante la pubertad.
Tom pensó que podía ser autodidacta y abandonó la escuela de artes visuales para comenzar a involucrarse con el diseño en 1980, casi al mismo tiempo que tocaba en la banda de punk Funkapolitan y cuando era promotor de un antro de mala muerte. Sin embargo, su carrera dio un giro para internarse al cien por ciento en el mundo del diseño industrial en 1983, después de sufrir un accidente en motocicleta, la cual él mismo reparó. Allí, con el tiempo suficiente, aprendió a soldar, a familiarizarse con los metales y a conocer las texturas.
Años más tarde, influenciado por el post-punk, Dixon decide crear sus primeras obras y abre su primer tienda. Desarrolla los primeros muebles, como los prototipos de la S Chair y la Pylon Chair, dos trabajos que llamaron la atención de la empresa Capellini, quien puso bajo los reflectores a este genio para transformarlo en una máquina de hacer dinero.
Trabajar con Giulio Cappellini, la cabeza de esta firma de muebles italianos, fue una verdadera revelación para Dixon hasta 1990, cuando se involucró en diversos proyectos independientes ya como diseñador, fabricante y distribuidor independiente. Logró experimentar sin ninguna restricción y aprendió de sus propios errores.
Aquí es cuando decide fundar la empresa Rurolounge para fabricar objetos en plástico, incluyendo lámpara Jack Light, que resultó ser un gran éxito a nivel masivo. Dixon contagió a todos los compradores snobie, decoradores de interiores y hasta artistas del mundo pop.
Pero ¿Qué fue del Tom Dixon de actitud punk? Aunque parece increíble, su filosofía de trabajo se inspira en la rebeldía. Sus trabajos parecen salir de una novela Sci-fi, incluso el diseñador italiano, Fabio Novembre, afirmaba que la estructura de sus diseños parecían animales invertebrados, lo que era algo contradictorio en los 90, justo en el boom de la arquitectura y el diseño minimalista.
La etapa más interesante, para los artistas puristas, es a principios del 2001. Ya trabaja con texturas y desarrolla la silla Fresh Fat; en 2003 lanza el Mirror Ball, un objeto elaborado con vidrio soplado. Esto lo pone en el mapa de museos, quienes ven en el a un aliado para que colabore con ellos. En 2009 participa con una instalación y arte objeto en el London Design Museum.
Algunos afirman que en esta época Dixon se vuelve un crítico. Constantemente dice ante los medios que la mayoría de los diseñadores de moda tienden a estar mucho más preocupados por la forma del objeto que por su propia evolución. Que han caído en un sistema cegado por la codicia y el dinero, sin comprender los materiales que están a su alcance.
Y aunque Tom Dixon parece ser la antítesis de la filosofía punk debido a inmiscuirse en asuntos comerciales, al final, la actitud punk trata de eso, ir en contra de lo establecido. Aunque si viviera Sid Vicious, seguro tendría una lámpara Jack Light en su apartamento en Nueva York.
• Tom Dixon es jefe de diseño de la cadena de tiendas Habitat, de la empresa Artek, donde construyó un pozo de agua para una pequeña comunidad en Zambia.
• Realmente siento que yo sólo estoy empezando a encontrar mis pies como diseñador. Quiero diseñar más cosas que nunca he probado antes: edificios y motocicletas, libros y jardines, alimentos y discotecas, sistemas de purificación de agua.
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