SAN MIGUEL DE ALLENDE: HEDONISTA POR NATURALEZA

SAN MIGUEL DE ALLENDE: HEDONISTA POR NATURALEZA

Por Pepe Treviño / Fotos: Federico de Jesús

San Miguel de Allende tiene un halo artístico que por un momento parecería pretencioso, pero así como los artistas, este destino no puede pasar desapercibido, derrocha una intensa personalidad, hasta tocar fibras sensibles, tal como lo hicieron los artistas que llegaron, enamorados, al Centro Cultural Ignacio Ramírez “El Nigromante”, del Instituto Nacional de Bellas Artes, en 1938, después que el predio fuera un centro religioso por casi 200 años.

Desde entonces San Miguel de Allende ha sido un sitio muy atractivo para diversos artistas, muchos de ellos provenientes de distintas partes del mundo, desde el mexicano David Alfaro Siqueiros hasta los viajeros beatniks, en la década de los 50, que llegaron aquí para crear y contagiar su propio universo, atrayendo a otros artistas, sobre todo a baby boomers estadounidenses y canadienses que buscaban un lugar con personalidad para el retiro.

Y es verdad que San Miguel de Allende no es para todos. No es para viajeros pasivos, sin itinerario, que esperan a que el destino les sorprenda –a pesar de su belleza arquitectónica-, como si estuvieran en Acapulco, Cancún o la Riviera Maya. No, este destino es un punto del globo terráqueo que sugiere descubrirse sin prisas, con un propósito bajo el brazo.

Pero no vamos a ser petulantes. Para aquellos expedicionarios que buscan un plan contundente, aquí les mostramos una serie de spots y actividades a realizar para romper con el paradigma que SMA es un destino para un fin de semana. Así que olvida tu sombrero de Indiana Jones, el espíritu hípster y vive el destino como los grandes viajeros.

VIÑEDOS SAN LUCAS

La experiencia inicia en Viñedos San Lucas, un complejo vitivinícola conformado por tres propiedades: Viñedos San Lucas, Viñedos San Francisco y Viñedos San Francisco, un trío de atracciones turísticas que incluye hoteles, restaurantes y un desarrollo inmobiliario conocido como Viñedos de los Senderos, ideal para los inversionistas que buscan plusvalía enológica.

Sí, así como lo lees, Viñedos San Lucas es un resort que fusiona distintas pasiones en un solo lugar, donde el entusiasmo por hacer vino es el hilo conductor para conceptualizar un resort y el desarrollo inmobiliario que le permite a cada uno de los propietarios de sus fincas contar con su propio viñedo, siempre atendido por el equipo de enólogos para que la inversión también arroje frutos, o mejor dicho, producciones de vinos de alta gama. Sin duda muy interesante para los entusiastas que desean contar con su propio predio y su propio vino.

Pero la experiencia enológica también llega a la mesa, Viñedos San Lucas cuenta con tres restaurantes. Viñedos San Francisco es el más fancy, que se caracteriza por contar con un menú internacional con bases mexicanas. Por su parte Santísima Trinidad y Viñedos San Lucas se han especializado en un menú mediterráneo, perfecto para comenzar con un pan hecho en horno de leña, aceite oliva y aceitunas cosechadas aquí mismo.

En los tres restaurantes se puede pedir asesoría para tener el maridaje perfecto. Pero también hay que estar atentos a los eventos que allí se llevan, como nos sucedió a nosotros, cuando se llevó a cabo una fiesta de vendimia, que incluyó corte de uvas, callejoneada con estudiantina y el burrrito mezcalero, mojigangas, pisado de uvas y un bacanal de Dios Baco con vinos sin límite.

Y es aquí donde hay que saber que La santísima Trinidad produce cuatro vinos: un blanco, que es un ensamble de uvas Chardonay/Macbeo/Moscatel; un blend crianza que fusiona caldos de Malbec, Cabernet Sauvignon y Syrah. Para los puristas está el Merlot Reserva, así como el Cabernet Sauvignon Reserva. Cuatro productos que en poco a poco se han colocado en las listas de los vinos mexicanos más solicitados en las enotecas. Así lo comprobamos mediante una cata guiada, donde descubrimos los valores organolépoticos bajo los consejos de la enóloga Mailén Obon.

El desarrollo turístico inmobiliario ha sido diseñado para conocer el otro San Miguel de Allende, para disfrutar de la tranquilidad y alejarse del bullicio que genera ese centro neurálgico de arte y gastronomía; ya sea en un viaje familiar o de tipo romántico para vivir una experiencia de viaje, como si se tratara de la Toscana, entre edificaciones privadas y centros de servicios que han sido desarrollados bajo el mismo concepto arquitectónico, manteniendo esa integridad y armonía, ideal para dar caminatas o recorridos en bicicleta en cada amanecer y atardecer.

Respecto a los hoteles hay mucho que decir pero aún más qué experimentar. Cada uno mantiene un estilo propio. Santísima Trinidad es de tipo italiano, con arcos y terrazas que recrean ese espíritu medieval y renacentista, pero a todo lujo. Por su parte, los complejos San Lucas y San Francisco son más de tipo moderno, con grandes vistas a los viñedos y una serie de cálidos detalles arquitectónicos que ofrecen un ambiente cálido y confortable.

EXPEDICIÓN DE ARTE EN SAN MIGUEL DE ALLENDE

Después de un par de días de retiro espiritual es hora de explorar la movida cultural de San Miguel de Allende. Nuestra primer escala, después de habernos registrado en el hotel boutique Hilo Rojo, fue una visita al nuevo spot gastronómico conocido como la Terraza del hotel Vista Hermosa by Selina, dirigido por el chef Abel Hernández, de Culinaria Chic, que goza de una espectacular vista a la Parroquia San Miguel Arcángel y se complementa por un menú bien ejecutado.

Allí, como si fuéramos los dioses del hedonismo, probamos unos sopes de tuétano con rib eye a baja cocción, camarones con foie gras, una tostada de tartar de atún, callo de hacha en recado negro, ostiones mignonette y un poderoso rissoto con pato, todo acompañado por Aperol Sprits, vinos mexicanos y un delicioso Pinot Noir de Coastal Estates, de California. Perfecto para hacer una larga sobremesa y planear el siguiente sitio a visitar.

Pero antes de continuar el cubre bocas nos hizo recordar que aún estábamos en tiempos de pandemia, así salimos a caminar por un relajado San Miguel de Allende. Sin hordas de turistas buscando la selfie, pero sí con locales que caminaban pausadamente para su quehacer diario.

La tarde de cantinas seguía incitándonos a caminar por esta Ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad hasta llegar a El Manantial, una legendaria cantina que ya cuenta con 100 años de existencia y la primera licencia de venta de alcohol de la región, un sitio que ha sido testigo de innumerables historias de parroquianos y forasteros que llegaban hasta aquí para calmar la sed. Allí, entre trago y charla, el cantinero nos recomendó visitar la nueva sucursal para echar botana. Y no podía tener un mejor nombre que La Hija del Manantial, cantina que apenas abrió sus puertas en el Centro Histórico. Uno de esos lugares “Pandemials” que al haber nacido en plena pandemia, con apenas tres meses atender a los tragones, se ha mantenido firme.

Para corroborarlo decidimos visitarla y disfrutar de sus tostadas de camarones, de pulpo, escabeche de pescado, así como ceviches peruanos, alcachofas y unos mezcales que disfrutamos en cada bocado.

Con el corazón contento seguimos el plan. Sabíamos que se llevaría una subasta de arte  en el hotel Rosewood. Habría obras de Tamayo, Picasso, Warhol, Toledo, Ehrenberg, Coronel, Banksy y Díaz Infante, entre otros.

La puja estaba interesante, pero quedaba poca luz del día y deseábamos seguir explorando las calles solitarias de San Miguel. Así llegamos al hotel Live Aqua, donde se llevaba un evento Pop Up llamado 6×4, un proyecto de arte que pretende promover el coleccionismo de arte contemporáneo de artistas emergentes, todo bajo un formato de 6” x 4” (tamaño postal) a un precio bastante accesible, esto mientras la música, cocteles y bocadillos enriquecían el sentido del gusto.

Sin duda San Miguel de Allende es una declaración a la sorpresa, a la estética, a la búsqueda de algo tan elemental como la libertad. Cada calle, restaurante, hotel y sus propios habitantes demuestran que San Mike -como también le llaman- esel centro neurálgico del arte contemporáneo del país.

VIÑEDOS SAN LUCAS

  • Viñedos San Lucas cuenta con instalaciones ecuestres, que permiten a los visitantes cabalgar por sendas ecuestres, además de una cancha de Polo donde es posible tomar clases con profesores especializados.
  • San Lucas es un desarrollo inmobiliario único en su tipo en el país. Ofrece la magia de tener una finca con viñedos. Se trata de una extensión de 99 hectáreas que han sido fraccionadas en 72 terrenos de aproximadamente una hectárea de superficie privativa –cada uno- con aproximadamente 1,850 m2 de área habitacional.
  • VIÑEDOS SAN LUCAS EN LA RED: http://vinedossanlucas.com/

RESTAURANTES

THE ROOFTOP AT SELINA

www.selina.com/es/mexico/san-miguel-de-allende/

LA HIJA DEL MANANTIAL

www.instagram.com/lahijadelmanantial

HOTELES

HILO ROJO

El cine al aire libre es una experiencia que ofrece Hilo Rojo Hotel Boutique. Se trata de un servicio de cena con vinos, tablas de quesos y palomitas gourmet en la terraza de tu suite.

www.hilorojohotel.com

LIVE AQUA SAN MIGUEL DE ALLENDE

www.liveaqua.com

 

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