TEMPLO BAHAI: FE EN POST-PANDEMIA

TEMPLO BAHAI: FE EN POST-PANDEMIA

Por Connie Flores

El ser humano llega a necesitar de la conexión espiritual en algún momento de su vida; un viaje, un camino, o un templo donde sus pensamientos se esfumen y se quede la esencia y la posibilidad de conectar con la divinidad; en el número 100 de la avenida Linden en Wilmette, se ubica el templo Bahá’í de Chicago que abre sus puerta a todas la personas, sin distinción de edad e ideología religiosa. Cierto es que este templo de adoración fue inaugurado en 1953 definido por la fe Bahá’í, pero, independientemente de sus principios, cualquier persona puede hacer uso de sus instalaciones.

El templo mezcla en su diseño la arquitectura de varias construcciones religiosas alrededor del mundo; al mismo tiempo, guarda una relación directa con los preceptos en los que se fundamenta. Cuál ha sido el principio de la fe Bahá’í; todo se remonta al siglo XIX con la predicación de Seyyed Alí Mohammad quien fundamentó las bases de una nueva religión para alabar “aquel a quién Dios hará manifiesto”; se le llamaba Báb y promulgó hasta su muerte los preceptos de la enseñanza Bahá’í , hasta 1850 cuando fue fusilado. Sin embargo, se le confiere reconocimiento a Bahá´u´lláh, su principal seguidor, el fundador de la religión, quien se autodenominó el manifiesto de Dios. Por tanto, escribió textos en árabe y en persa que explican la visión teológica.

El arquitecto Bourgeois pensó en paneles que se observan en los templos de los pueblos árabes; la luz natural se centra con la intención de pensar en la unidad. Se cree en la omnipotencia y omnisciencia de un solo Dios, es un único ser divino al que se le debe toda alabanza; y, “los diferentes espejos que reflejan la misma luz del sol”, en este caso refiriéndose a los enviados del Creador, que al final adoran al mismo Dios. La cúpula tiene una estructura de hierro que luce unos paneles de hormigón; destaca el cemento Portland blanco que se combinó con cuarzo triturado.

FE EN TIEMPOS DE PANDEMIA

Durante la Pandemia, una vez que las vacunas fueron puestas a las personas de la tercera edad, los jardines de la Casa de Adoración Bahá’í invitaba a las personas a dar paseos al aire libre; son nueve jardines cuyo follaje es un paraíso fresco y aromático; tiene accesos respectivos de forma rectangular. No todos los jardines cuentan con piscinas, aunque si fueron dispuestos con fuentes circulares donde muchas personas lo han adoptado como espacios para la meditación y la reflexión.

Este templo de adoración al Bahaismo tuvo una construcción pausada. Es cierto que la fecha de inauguración fue en 1953; sin embargo, los planes se establecieron en la década de 1910, una década después, delegados de la Fe Bahá’í seleccionaron el diseño creado por el francés Louis Bourgeois, quien se había convertido al Bahá’ì en 1907. El proyecto se extendió los próximos 40 años; previamente se había vivido las dos Guerras Mundiales y la Gran Depresión. Los delegados y adeptos de esta religión estaban determinados a concluir el proyecto con el financiamiento propio, contribuciones voluntarias que lograron la realización de un templo que siempre está abierto a los visitantes provenientes de todas partes del mundo.

TEMPLO BAHAI EN NÚMEROS

  • Los orígenes de la religión Bahá’í comienzan en el ministerio de Báb (1844-1853), tiene un calendario solar dividido en 19 meses, de 19 días cada uno; el año comienza cada 21 de marzo; esto, funciona para conmemorar ciertos conceptos en determinados meses, por ejemplo, en el mes 5 (junio 5) se celebra ‘Azamat o la Grandeza, y en el mes 12 (octubre 16) se festeja ‘Ilm o El Conocimiento.
  • Los preceptos y las acciones de la comunidad de los bahaíes se protegen a través de la Casa Universal de Justicia (Universal House of Justice), que a la vez, promueve la educación y la paz, ejerciendo una influencia positiva en la humanidad. Con esta institución, los adeptos están capacitados para participar y ser elegidos como parte de la Asamblea Espiritual Nacional.
  • El arquitecto Louis Bourgeois (1856-1930) se convirtió a la Fe Bahá’í en Nueva York; lo realizó en 1907; mucho antes de definir su religión, tenía como misión construir un templo universal a la Verdad, un espacio donde la humanidad se pudiese reunir para rezar y dirigir sus oraciones en paz.
  • La comunidad Bahá’í también tiene otros santuarios de alabanza. Uno de estos es la tumba de El Báb ubicado en la ladera del Monte Carmelo en Halfa. Allí, Bahá´u´lláh construyó el santuario, después que El Báb murió, el cuerpo fue trasladado desde Persia hasta la Tierra Santa.

 

EN LA RED

www.bahai.org

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