HIGH HEELS: EL ARTE DE SEDUCIR A CADA PASO

HIGH HEELS: EL ARTE DE SEDUCIR A CADA PASO

Angie Chloe / Ilustraciones: Nick Adleman

La primera vez que vi Cenicienta no pude evitar en catalogar a los tacones como un artilugio de magia. Miren que vivir la vida plenamente, a través de unos high heles de cristal es lo que toda una princesa desearía. Peto esto no fue mil sobre hojuelas, detrás de esta prenda de vestir hay un historia legendaria que todas las y los amantes de los zapatos altos deben de conocer.

El origen de los tacones altos se remonta al siglo X en Irán. Cuando los soldados persas usaban tacones mientras montaban a caballo, ya que ayudaban a mantener sus pies seguros en los estribos mientras se paraban en la silla de montar para poder disparar sus flechas y utilizar sus lanzas. Irán y Europa tenían una relación sólida en lo que respecta al comercio, y en el siglo XVI, los tacones altos habían llegado a Europa. Pronto se convirtieron en un estilo de calzado muy utilizado por los hombres en toda Europa. Una vez más, inicialmente hubo un propósito práctico, ya que el tacón alto funcionaba como una capa exterior para evitar que la suciedad manchara el pantalón. Sin duda una etapa en que esta prenda se volvió parte de la moda masculina.

Sin embargo, con el tiempo, las cortesanas italianas también comenzaron a usar tacones para crear un look andrógino, sexy. Así pasaron su tiempo complaciendo e interactuando con los hombres, pues era bien sabido que uno de los beneficios de ser cortesana era que se les permitieran usar cosas que eran estrictamente para hombres (desde libros hasta artículos de moda).

En aquella época a los tacones se llamaban chopines y definitivamente no eran prácticos: algunos medían hasta 10 pulgadas de alto, y quienes los usaban requerían el apoyo de sus sirvientes o admiradores. Pues era bien sabido que a los aristócratas europeos les gustaban especialmente los tacones altos para que de esta manera los hombres parecieran más dominantes. Así que en cuanto más rico eran, más alto era el tacón, convirtiendo a este zapato en un símbolo de riqueza, estatus y masculinidad en toda Europa.

Ya a finales del siglo XVII, las mujeres ya habían adaptado el uso de esta prenda, ya era considerada parte de la moda y la cultura popular, pero en el siglo XVIII, en la época de la Revolución Francesa, la opinión del público sobre los tacones cambió drásticamente. Tanto hombres como mujeres cambiaron sus zapatos de tacón por zapatos planos, sin querer ningún tipo de asociación con la realeza. Para los hombres, la moda extravagante se convirtió en una cosa del pasado. Vestirse de una manera mucho más personalizada se convirtió en la tendencia, algo que hasta la fecha es muy común si de moda hablamos.

Sin embargo, el siglo XIX, se vio el regreso de la suela alta, pero estrictamente solo para mujeres. En una entrevista con She Files, Elizabeth Semmelhack, curadora principal del Bata Shoe Museum, afirmó que “los tacones se estaban volviendo sospechosos para los hombres, ya que los conceptos de la Ilustración de la ‘racionalidad’ masculina postulaban que … era mejor dejar las cosas ‘irracionales’ como los tacones altos a las mujeres ”. así, los tacones altos fueron considerados y vistos como hiperfemeninos, además que también comenzaron a vincularse con la erótica femenina. Los fotógrafos pornográficos del siglo XIX descubrieron que los tacones hacían que las mujeres se vieran más sexys, definiendo mejor sus piernas y glúteos y, por lo tanto, produciendo fotos más atrevidas y subidas de tono.

NUEVA ERA

Ya para el siglo XX, debido a los avances tecnológicos en la década de los años 50, el diseño de los tacones comenzaron a estilizarse. Se volvieron más delgados y más altos, así nació el stiletto, una pieza básica de vestuario para las mujeres de la época, hasta que se apoderó del mundo de las celebridades. Audrey Hepburn y Marilyn Monroe, dos de los íconos de la moda más reconocidos de los años 50, ayudaron a definir la tendencia de los tacones altos para las mujeres, y esto se conoce como la edad de oro de los tacones altos, no solo para las mujeres en Europa sino en todo el mundo.

En la década de 1970 las mujeres se cansaron de vestirse para complacer a los hombres y, con la segunda ola del feminismo, el tacón quedó un poco olvidado debido a que las mujeres consideraban a este zapato como poco práctico. Sin embargo, en los 80, celebridades como Madonna comenzaron a usar tacones altos como una declaración de moda, no solo para verse sexy, también se trató de empoderamiento femenino, fuerza absoluta.

Esto hizo que los tacones volvieran a estar de moda y la gama de zapatos de tacón se amplió. Además del look de mujer alta de los tacones de aguja de los años 50, aparecieron botas de plataforma y de tacón grueso, muchas veces utilizadas por personajes de la cultura pop, sin importar el género, tal y como lo hizo Freddie Mercury de Queen, que le inyectó frescura al rock and roll.

Increíble como esta prenda ha logrado sobrevivir al tiempo y a los sucesos cultuales. Los high heles son ya un objeto de deseo para la mayoría de las mujeres, esto a a pesar que era considerado un artículo de moda poco práctico, usado, primero, por hombres y luego por mujeres, pasando de moda pero sin desaparecer del todo.

Hoy, los tacones altos permanecen en la mente de todos. Por ahora, las conexiones entre feminidad, irracionalidad y moda establecidas en el siglo XVIII siguen estando fuertemente ligadas a los tacones altos. Sin embargo, la industria de la moda está experimentando un aumento de la fluidez de género y la forma en que la gente se viste está cambiando.

Plataformas imposibles, tacones afilados, cómodas bailarinas, botines rock´n´roll… Poco importa cómo sean: la mayoría amamos profunda y locamente a los zapatos. Son seductores y femeninos, algo dolorosos, a veces, pero siempre infalibles. Ellos salvan un vestido negro de las garras del aburrimiento y transforman unos vaqueros en una prenda híper sofisticada. Sí, definitivamente los zapatos hacen el look y nuestra esencia se empodera en cada paso.

 

ZAPATOS CLÁSICOS

Los diseñadores de moda han creado grandes piezas en cuanto a zapatos se refieren. Sin embargo hay clásicos que llegaron para quedarse, high heles que lucen un diseño eterno.

Conoce estas siete piezas clásicas:

Ballerina Bicolor: Chanel

En los años 20 y 30 se practicaban deportes como el tenis o el golf. Este fue el zapato insignia.

Tribute: Yves Saint Laurent

Aparecieron por primera vez en la colección crucero 2008. Un zapato femenino e inspirador que lo han vuelto un clásico.

Pigalle: Christian Louboutin

Negro, rojo, punta afilada y tacón de vértigo. El tributo al fetichismo de los high heles.

Sedaraby: Manolo Blahnik

Sarah Jessica Parker emerge en nuestra mente luciendo un look imposible con estos delicados zapatos con la puntera abierta, tacón afilado y broche en el empeine. Un icono de principios de la década de 2000.

Fabiana: Alexander Wang

Estas sandalias se han convertido en una auténtica pieza de colección. No hay más que pararse a la entrada de algún desfile internacional y contar fabianas. Se cuentan por decenas.

Sandalias: Alaïa

El botín con cordones es uno de los modelos más cotizados, pero las sandalias con mil tiras de cuero entrelazadas son las reinas indiscutibles. Tienen alma parisina y encajan a la perfección con un look army o gótico.

Clue: Jimmy Choo

La ley del “menos es más”: tacón fino pero asumible, plataforma discreta, abertura delantera con un cierto aire retro y talón descubierto. Un ejemplo bastante ilustrativo de que los clásicos son tan discretos como infalibles.

 

ARTE EN ZAPATILLAS

Nick Adleman, un artista que eligió medios como la pintura, la fotografía y el diseño de zapatos, expresa su amor por la Historia del Arte en una serie de ilustraciones únicas. Adelman se desafió a sí mismo a abarcar el arte de diferentes culturas y representarlas a través de los zapatos de alta costura exquisitos.

¡Llamarlos una obra de arte es un eufemismo! No podría tener un nombre más perfecto, Un paseo por la historia del arte. Esta colección encarna y traduce maravillosamente todo lo que adoro sobre el punto donde la moda y la cultura se encuentran.

 

EN LA HISTORIA

Una de las figuras históricas más famosas asociadas con el tacón alto es el rey Luis XIV de Francia. Es un excelente ejemplo de lo que significaban los tacones para los hombres de alto estatus (y baja estatura) durante el siglo XVII. Innumerables retratos de él muestran sus hermosos y lujosos tacones. Tenía tacones hechos de materiales como terciopelo y satén y pintados en tonos de azul real y rojo intenso. Su amor por los tacones se volvió obsesivo cuando prohibió a cualquiera que no usara tacones rojos en su corte.

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