02 Jun ROAD TRIP EN EL DESIERTO MEXICANO
Por Luis Menchaca / Fotos: Pepe Treviño
Un viaje carretero para descubrir la magia del desierto mexicano, destinos que se encuentran sobre la carretera 57: Mineral de Pozos, San Luis Potosí, Real de Catorce y Armadillo de los Infante.
MINERAL DE POZOS
La primera escala, desde la CDMX, es Mineral de Pozos, un pueblo minero guanajuatense, de donde se extraía plata y oro en la época porfiriana. Pero éste quedó en el abandono cuando los túneles de las minas se inundaron, provocando el éxodo de sus habitantes, hasta convertirlo en un pueblo fantasma.
Hoy, Pozos tiene cuatro mil pobladores, muchos de ellos nuevos residentes, artistas y extranjeros, quienes han sido atraídos por la magia que aquí existe y por su desértico paisaje, además de excelentes hoteles, como Mineral del Cielo, un complejo de hospedaje “hecho a mano”, con piedra caliza extraída de la región.
La zona conocida como “las ruinas”, donde se concentra el mayor número de construcciones abandonadas, invita a llevar una botella de vino, descorcharla y viajar por el tiempo mientras la mirada se pierde en los detalles de cada edificación del siglo XIX, cuando extraían las riquezas de sus minas.
SAN LUIS POTOSÍ, LA BELLA DURMIENTE
Al volante continúa por la carretera 57 hasta llegar a la ciudad de San Luis Potosí para conocer sus nuevos spots gastronómicos, como La Legendaria, una microcervecería mexicana, local e independiente, que produce cervezas artesanales, ganadoras de preseas en el concurso Cerveza México, pero que también cuenta con un espacio gastronómico bien montad, con una cocina que preparan unos buenos fish & chips.
Algo más formal es Hacienda Las Jacarandas, un restaurante campestre que se ha vuelto el favorito de los foodies que gustan por comer al aire libre, también para los antojados que desean probar los sopes de tuétano, el chamorro adobado en salsa de pulque y otros platillos mexicanos bien ejecutados. Además de contar con una muy buena selección de mezcales potosinos, de agave Salmiana.
MATEHUALA CON SABOR VINTAGE
Nuevamente, sobre la misa carretera, conduce hasta Real de Catorce. Has una escala en Matehuala, en las imperdibles tortas de la Sevillana, un parador que desde 1985 se convirtió en una tradición para los viajeros glotones carreteros que quieren comer una torta de chorizo ahumado, pierna de cerdo ahumada, el pan francés con cajeta de la región y un café cargado antes de continuar el trayecto al Pueblo Mágico de Real de Catorce.
En el camino podrás ver hoteles que quedaron olvidados sobre la antigua carretera que cruzaba la ciudad de Matehuala, antes de que el libramiento le quitara los reflectores. Hoy, sin premeditarlo, lucen muy vintage, como el hotel Las Palmas, donde los meseros aún se visten con medio frac de terlenka, moño y pañuelo en el antebrazo. Otro es El Pedregal, donde se filmó una escena de la película El Infierno.
LA MAGIA DEL DESIERTO DE CATORCE
Después de subir la montaña para llegar a Real de catorce tendrás que cruzar el túnel de Ogarrio. Allí sentirás que el tiempo se ha detenido el tiempo.
Haz el check in en Mesón de la Abundancia, hotel boutique operado por un suizo que llegó aquí en la década de los años 80, cuando este destino era visitado por los hippies y viajeros mágicos que hacían expediciones para probar el peyote, el cactus que posee una sustancia psicoactiva que hace ver “otras realidades”.
El hotel es confortable y posee una cocina con platillos tradicionales, como la pizza de cabuches, un pequeño botón floral que nace de la biznaga, un cactus del desierto. También unos buenos tacos de asado de boda (confit de cerdo con chiles mexicanos) y un majestuoso pie de higos con chocolate.
Este Pueblo fue diseñado para caminarlo y fotografiar sus hermosas construcciones coloniales. Si te cansas, sube a El Templo, un bar que cuenta con un mirador con piso de cristal, desde donde podrás para admirar el paisaje desértico de este enigmático destino. Y si te animas, contrata un Willy (viejos jeeps) para que te den un tour hasta el Cerro del Quemado, el centro adoratorio de los huicholes que viajan hasta aquí para vivir la ceremonia del peyote.
ARMADILLO DE LOS INFANTE
El road trip continúa. Ahora nos dirigimos a Armadillo de los Infante, otro pintoresco pueblo muy cerca de la Región Media Potosina. Antes realiza un par de escalas. La primera en Estación Wadley, un pueblito de apenas 500 habitantes, el lugar de donde partían los buscadores de peyote en lo 80. Aún se ven algunos viajeros que caminan sin rumbo fijo y las vías del tren aún siguen en operaciones.
El paisaje desértico continúo flanqueando el paisaje, hasta llegar a Charcas, donde intentamos visitar el palenque Laguna Seca, donde producen mezcal salmiana, el agave considerado el rey del desierto potosino.
Más adelante, con rumbo a la Región Media Potosina, se encuentra Armadillo de los Infante, un pueblito que se ha vuelto muy popular para los viajeros que buscan un destino donde la historia del siglo XVII forja pensamientos.
Es la hora de estirar los pies. Camina por sus estrechas calles flanqueadas por construcciones de estilo colonial y la plaza donde se levanta la parroquia de la Purísima Concepción y el templo de Guadalupe.
La noche ha caído y es la hora de brindar por la vida antes de pernoctar. Y esta historia no puede concluir sin que le des un sorbo al mezcal de agave salmiana, la insignia y leyenda del desierto potosino.
MINERAL DE POZOS
www.visitmexico.com/guanajuato/mineral-de-pozos
SAN LUIS POTOSÍ
visitasanluispotosi.com
REAL DE CATORCE
visitasanluispotosi.com/real-de-catorce/
ARMADILLO DE LOS INFANTE
visitasanluispotosi.com/armadillo-de-los-infante/
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