12 Sep DISEÑO DE PAZ: MODA & EMPATÍA
Por Jane Douglas
¿Cómo puede la industria de la moda usar su poder para promover la paz y la empatía?
Hace catorce años, cuando el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria hizo suyo el día 19 de agosto, no pude evitar imaginar e investigar ¿Hasta qué punto la industria de la moda puede ser una fuerza que promueva el bienestar humano y, por ende, la paz?
Hoy, en años post-pandémicos, se han acentuado una serie de factores que afectan al mundo entero, como es el caso de la violencia, la inseguridad, las guerras, las violaciones a los derechos humanos, los políticos tiranos/dictadores, las matanzas y la pobreza extrema. Pero al parecer, esto no ha afectado a la industria textil, al contrario, el sector textil inició el año con una subida de las ventas del 35%.
¿Pero qué pasa con los millones de empleados que laboran en la industria de la ropa? ¿Cómo influyen las empresas directamente en el bienestar de sus trabajadores?
Históricamente, la moda a menudo ha sido influyente para promover cambios sociales e incluso políticos al cuestionar el pensamiento establecido por las masas. Quizá se debe a que la creatividad y el alcance de las empresas de moda desempeñan un papel más sutil pero increíblemente poderoso al proporcionarle a las personas una forma de expresar quiénes son y en qué creen. Por ende, es importante saber cómo la industria de los hilos ejerce su poder para generar paz.
En nuestras lecturas y conversaciones con profesionales, identificamos algunas acciones que las empresas de moda han adaptado para contribuir a la paz y el bienestar en el mundo. Tal y como lo mostramos a continuación.
El COMBATE TEXTIL Y LA TRINCHERA FILANTRÓPICA
Casi una semana después de la invasión que implementó Ruisa a Ucrania, las marcas de lujo como Burberry, Gucci y Balenciaga, propiedad de Kering; y OTB Group, propietario de Marni y Diesel, rompieron el silencio y enviaron declaraciones de apoyo, además de generar acciones para recaudar fondos y de esta manera apoyar a los afectados por la invasión bélica en Ucrania.
Es verdad que el centro de atención ha estado en las marcas de lujo internacionales desde que comenzó la invasión rusa. Justo en medio de la Semana de la Moda de Milán, los diseñadores de moda ucranianos, los compradores y grandes almacenes Tsum Kyiv, pidieron a la industria de la moda que dejara de comercializar con Rusia, además de exigir mayores sanciones; pero fuera de ello, la industria se mantuvo en silencio. Recordemos que el mercado ruso es muy importante para muchas marcas de lujo.
Poco a poco la sensibilidad por actuar ante la guerra llegó a otras marcas, como la húngara Nanushka, que dejó de venderle a Rusia. Y al contrario, parte de sus recursos humanos y financieros han sido dirigidos para apoyar a los refugiados y creativos ucranianos. En el caso de la empresa Elleme, también comenzó a recaudar fondos; mientras que la Fédération de la Haute Couture et de la Mode pidió solemnidad durante la Semana de la Moda de París.
Pronto algunos de los jugadores más grandes asumieron una postura. Balenciaga donó una suma no revelada al World Food Program, mientras que Gucci contribuyó con 500 mil dólares a la agencia de la ONU para los Refugiados, la ACNUR, según publicaciones de Instagram.
Kering también hizo una donación a ACNUR, aunque no se reveló la suma. “Esperamos una resolución pacífica de este conflicto”, dijo Kering en Instagram. Mientras que el conglomerado de lujo, el rival LVMH, propietario de Dior, Fendi y Louis Vuitton, no han emitido ningún comunicado y mucho menos acciones en respuesta ante esta crisis bélica.
Por otra parte, OTB Group, propietario de marcas como Maison Margiela y Diesel, anunció que también concedió una suma no revelada a ACNUR. “OTB fue el primer grupo de moda italiano en responder de inmediato al llamamiento internacional de ACNUR y a contribuir ante la crisis”, dijo Arianna Alessi, vicepresidenta de la Fundación OTB de la compañía. “Desafortunadamente, la crisis evoluciona constantemente y también estamos en contacto con las organizaciones que están gestionando la llegada de ucranianos a Italia”, dijo en un comunicado.
La marca Ganni también anunció a través de su Instagram que los fundadores Ditte y Nicolaj Reffstrup donaron 15 mil dólares al Danish Refugee Council para brindar ayuda de emergencia en Ucrania. “Nos solidarizamos con todos nuestros equipos y comunidades de todas las nacionalidades en este momento tan oscuro”, dijo el comunicado. La compañía se está alineando con las sanciones internacionales y congelando todo el comercio con Rusia.
PIEL DE LOBO
Todo parece muy filantrópico, sin embargo, las iniciativas más contundentes han nacido de marcas pequeñas, quienes han sido más rápidas en desarrollar acciones, así como en dirigir recursos para donaciones. Tal es el caso de lo que sucedió con el mercado de moda digital DressX, cuyos fundadores, de origen ucraniano, recaudan fondos activamente a través de la creación de una colección de moda digital, donde todas las ganancias se destinan al Ministerio de Defensa de Ucrania y a diversos fondos de caridad. La compañía también proporciona pagos de apoyo a colegas ucranianos y ha desarrollado canales para conectarse con ellos y garantizar que sus familias estén seguras. “Ayudamos tanto como podemos, recolectando dinero, incentivando a nuestros amigos internacionales a enviar peticiones a las autoridades locales, y debemos asegurarnos de que esta invasión termine lo más rápido posible, ya que los civiles están muriendo”, afirmó la cofundadora, Daria Shapovalova.
No hay duda que el mercado ruso es la razón por la cual las principales marcas globales, de lujo o no, son reacias a participar en la política global. Y es que sus normas son muy divisivas, al contrario, solamente buscan atraer clientes. Sin embargo, este suceso generará un cambio. Hoy estamos en los ojos de todos, por ende, las marcas serán más reflexivas y sopesarán sus decisiones con mayor atención. Por el contrario, las marcas pequeñas ganan más al adoptar una postura abierta y sensible. Están tratando de hacerse un hueco por sí mismos; apelar a esta o aquella audiencia específica será suficiente.
Para ser honesto, hubiera pensado que veríamos más acciones e iniciativas de las grandes marcas, quienes podrían usar la voz y la postura como una herramienta para unirnos y usar sus propias plataformas para ayudar a los afectados. Aunque hay que reconocer que hay otras acciones igual de importantes para beneficio de las comunidades. Y esto se refiere a la justicia social en la cadena de suministro, donde aún existe una lucha por parte de la Organización Internacional del Trabajo y la Fundación Fair Wear para mejorar los derechos de los trabajadores, así como las condiciones laborales y salariales que garanticen que no solo los propios trabajadores puedan llevar una vida mejor, sino también sus familias y comunidades.
Otra acción que están implementando muchas formas es la de proporcionar oportunidades de empleo y negocios para las comunidades de refugiados de cualquier país. Así lo señala la agencia de la ONU para los refugiados, que estima a casi 80 millones de personas desplazadas por la fuerza en todo el mundo.
LEJOS DE LA GUERRA Y CERCA DE LAS COMUNIDADES
Hoy en día, también hay marcas y diseñadores que utilizan su visibilidad para promover causas. Desde las camisetas ‘There is no Planet B’ de Ecoalf , hasta Armani y Gucci sin pieles, las empresas están adoptando cada vez más una postura a favor del medio ambiente. Diseñadores como la pionera Vivienne Westwood y Stella McCartney usan sus marcas y su fama personal para promover causas que incluyen los derechos de los animales, la protección del medio ambiente y la igualdad social.
Y así como hay campañas diseñadas, también existen sucesos en el mundo de la ropa y el calzado que han sacudido a la sociedad, como pasó en el 2018, cuando Nike adoptó una postura valiente, pero controvertida, al apoyar al activista Colin Kaepernick, el ex mariscal de campo de la NFL, que saltó a la fama por arrodillarse durante el himno nacional en los partidos de fútbol en protesta contra la injusticia racial en Estados Unidos, después de la muerte de George Floyd y las protestas de Black Lives Matter.
Históricamente, la moda ha estado a menudo a la vanguardia de los cambios sociales. Desde el largo del vestido hasta el traje de baño de dos piezas, desde estilos de zapatos hasta textos en camisetas, la moda ha llevado a las personas a repensar las normas y los valores sociales.
- Entre los desplazados hay artesanos y artesanas talentosas. Ciertas compañías de moda, como Vanina , Sep Jordan , Rania Kinge y Makers Unite han hecho que su propósito de marca sea apoyar a las comunidades de refugiados.
- El significado simbólico de la ropa y la experiencia física de usarla pueden cambiar la forma en que las personas se ven y se valoran a sí mismas.
- Comenzar un movimiento a través de la moda: Vivienne Westwood es una de las pioneras en la campaña por la acción climática a través de la moda.
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