18 Abr RUTA PEATONAL EN BORDEAUX
Texto y fotos: Pepe Treviño
Burdeos, Francia, es una de las ciudades más emocionantes, vibrantes y dinámicas de Francia. En la última década y media se ha ganado a pulso el apodo de Belle au Bois (La Bella Durmiente) debido a que Burdeos era una ciudad aristócrata venida a menos debido a la contaminación. Hoy nada de esto es cierto, ha revalorizado todo su potencial, Burdeos ha despertado y valorizado su imagen gracias a la visión del entonces alcalde de la ciudad Alain Juppé, que transformó un gran número de calles en áreas donde el peatón es el rey, esto al mismo tiempo que ha restaurado la arquitectura neoclásica, creado un sistema de transporte público de alta tecnología y regulado la contaminación ambiental.
Para ello tuvo que incorporar un sistema de tranvía eléctrico ultra moderno, cerró el paso a los automóviles de particulares al Casco Viejo de la ciudad y optó por crear circuitos para ciclistas; incluso el diseñador Philippe Starck diseñó el modelo de bici utilizado por el sistema de bicicletas públicas compartidas de la ciudad francoparlante. Sin duda un proyecto de buen gusto que ayudó a disminuir las emisiones de CO2 hasta en un 60% en los últimos cinco años, además que ayudo a promover el ejercicio y rescató espacios públicos para transformarse en una metrópoli amigable para el turista, efecto ideal para captar inversiones con filosofías sustentables.
LA FRANCIA MINIATURA
Burdeos es un París en miniatura, con monumentos e iglesias que han sido diseñadas por arquitectos de diversas épocas. La mitad de la ciudad (a 18 km cuadrados) fue suficiente para haber sido incluida a la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO en el año 2007, considerándola el más grande patrimonio urbano del mundo.
Pero la arquitectura no ha parado, actualmente una serie de arquitectos han diseñado un conjunto de sorprendentes nuevos edificios, como es el estadio Herzog de Meuron (2015), el complejo turístico La Cité du Vin (2016) que atrae a los entusiastas de los grandes vinos, así como el puente Jean Jacques Bosc que fue construido en el año 2018 para cruzar el río Garona.
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Trotamundos afirman que esta es una de las ciudades en donde las personas comen, beben y caminan sin parar. Así se ve en Le Victor, el bar del Grand Hotel De Bordeaux, ubicado frente al Gran Teatro de Burdeos, en la zona neurálgica de esta ciudad, que si bien derrocha lujo y confort, todos los clientes llegan a pie o en bicicleta. Y eso no es todo, sobre la margen del río Garona, se encuentra el Jardin Public, una zona rescatada por el gobierno para integrarla a la vida urbana, donde los habitantes demuestran cómo se debe disfrutar de una ciudad: todos circulan en patineta, patines y bicicletas. Y si el sol se aparece, las áreas verdes son tomadas para esperar el atardecer, mientras algunos descorchan botellas de vino, otros bailan y muchos más caminan hasta llegar al Puente de Piedra, mandado construir por el emperador Napoleón III.
Un paseo a abordo del tranvía (el servicio de transporte público es gratuito) permite llegar a las atracciones turísticas más emblemáticas del destino, como la puerta de la Casa de la Moneda, justo donde se encuentra la Rue Gourmande, la calle gastronómica por excelencia.
ESCAPE A SAINT EMILION
La ciudad de Burdeos es el centro de operaciones para conocer la región, como Saint-Émilion, una pequeña ciudad cerca de Burdeos popular entre los enófilos gracias al vino homónimo que producen diversas bodegas, como el famoso y cotizado Chateau Alverne Saint-Émilion Grand Cru 2018.
EN LA RED
www.burdeos-turismo.es
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