CULTO A LA MUERTE EN PERÚ

CULTO A LA MUERTE EN PERÚ

Texto y fotos: Pepe Treviño

La sinuosa sierra de la Amazonas peruana se levanta imponente mientras se avanza por la carretera. Es allí en la cúspide de las montañas donde se encuentran los Sarcófagos de Karajía o Carajía, un conjunto de ataúdes que, según la tradición funeraria de los Chachapoyas, se usaban para enterrar a sus muertos, a las personalidades más importantes de dicha cultura, y se estima que pudieron ser edificados entre los años 1000 y 1300 d. C.
Para conocerlos hay que llegar al distrito de Luya, donde un guía conduce a los visitantes, a caballo, por barrancos en donde se encuentran los sarcófagos que a pesar del tiempo permanecen intactos. Incluso al pie del cañón se pueden ver osamentas al nivel del piso, ofrendas que los actuales habitantes de la región siguen realizando apegados a esta legendaria tradición.
Para entender mejor la cultura de los Chachapoyas que le rinde tributo a la muerte, hay que viajar a Leymebamba, uno de los 21 distritos de la provincia, sitio donde se encuentra el museo de Leymebamba, complejo cultural en que la arqueología es el tema central. Se trata de un anfiteatro con decenas de momias en posición fetal, con las extremidades amarradas, algunas cubiertas y otras destapadas.


El museo fue inaugurado en el 2000, esto a partir del año 1997, cuando las momias fueron sometidas a tratamientos de conservación por expertos internacionales y, una vez que fue construido el museo, las trasladaron hasta este sitio.
Los incas pueden ser la civilización más icónica de Perú, pero los enigmáticos “Guerreros de las nubes” de Chachapoya vivieron una existencia igualmente compleja en la actual región de Amazonas con intrincados asentamientos amurallados y lujosas cámaras funerarias para sus muertos momificados.
Sin duda este viaje cultural es ideal para los viajeros que desean conocer nuevos sitios en Perú, más allá de Machu Picchu. Un destino turístico donde se vive una autentica exploración que no sacrifica ni un ápice de lujo y confort.

AVANZADA GASTRONÓMICA
Entre calles empedradas y edificios coloniales con techos de teja roja del centro histórico de Chachapoyas, se encuentra El Batán del Tayta, un restaurante que oferta una delicada fusión entre los sabores exóticos -propios de la ceja de selva- y el estilo propio e inédito de David Sancón, director y chef de un espacio gastronómico que no deja de reinventarse para deleitar a los paladares más exigentes.

HOSPEDAJE INCA
A escasos 15 kilómetros de Chachapoyas se encuentra el Hotel Hacienda Achamaqui, un predio histórico que exhibe todo el ADN de la cultura local, enclavado en el majestuoso valle del Utcubamba, a la margen del río Utcubamba, donde merodean miles de luciérnagas en las montañas.

EXPERIENCIAS MÍTICAS
Otros atractivos son la mitológica laguna de los Cóndores, la cascada de Gocta —la quinta más grande del planeta y el mausoleo de Revash.

KUÉLAP, EL MÍTICO DORADO
Se cree que este sitio representa a la mitológica ciudad de El Dorado. Quizá se debe al color de las rocas con que fue construida y a la iluminación solar que se proyecta en sus murallas.

SARCÓFAGOS
Fueron descubiertos en 1985 por el antropólogo, historiador y arqueólogo peruano Federico Kauffmann Doig.

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