MAURICE: MARIDAJE DE SUEÑOS, BEATS Y GASTRONOMÍA EN QUEBEC CITY

MAURICE: MARIDAJE DE SUEÑOS, BEATS Y GASTRONOMÍA EN QUEBEC CITY

Por Pepe Treviño

Este edificio conocido como Grande-Allée que comenzó como una finca comercial se ha transformado en un centro de hospitalidad que demuestra la evolución de Quebec. Ha tenido muchas facetas, primero fue una elegante residencia, después fue sede de un partido político y posteriormente un ícono de la vida nocturna de la ciudad de Quebec desde la década de los 80 hasta el 2010.
Hoy esta legendaria residencia se ha convertido un templo para el hedonismo, siempre aprovechando su estilo neotudor, románico y neogótico para albergar al Hôtel Maurice, el Maurice Restaurant Lounge y la Société Cigare.


El hotel es una oda al mundo vintage, pero de buen gusto. Me sorprendió su estilo y diseño de interiores, donde destacan curvas y colores relajantes, con exóticas y arriesgadas paredes de color morado y un sofá cama de terciopelo azul cerúleo. Líneas blancas y nítidas adornan las camas, y el minibar está lleno de cócteles listos para beber y una botella entera de vodka puro para comprar. El baño, con sus azulejos dorados iridiscentes en la ducha, la pared de cristal ahumado y el espejo redondo, es visualmente impresionante; lo único que faltaba era una esfera brillante colgando del techo, muy sexy.

 

BEATS EN CADA BOCADO

Le Maurice conjuga gran gastronomía de especialidades regionales, pero también ha incluido influencias gastronómicas internacionales para atraer a una variedad de huéspedes del hotel y foodies locales.
Los fines de semana se rescata la cultura del lobby para interactuar entre locales y turistas mientras un DJ ambienta el encuentro gastronómico.
Da la carta probé el Foie gras marinado con hongo chaga y acompañado con delicioso pan de pogne de romans. Los ostiones del ártico con salsas mignonette, champán o vudú hacen match con la decoración muy hip y elegante. Y para ser todo un “gentleman” pedí el clásico plato inglés, el filete Wellington, servido en hojaldre dorado perfecto, la carne estaba al punto con una textura jugosa, acompañada con queso azul demi-glace, puré de papa Yukon Gold y brócolis; fue Un plato que fundí con una copa de Châteauneuf-du-Pape.


De postre, el hojaldre relleno con tarta de manzana con helado de vainilla. Delicioso, como una tarta de manzana superelegante de McDonald’s de los 80. Muy retro.
El menú tiene muchas opciones, todas con un toque gourmet. Me gusta su carácter ecléctico, es un buen sitio para el viajero que busca alternativas con personalidad. Y si es un viernes o sábado por la noche es perfecto para disfrutar del ambiente de discoteca que se instala cuando el DJ se posesiona del spot.

SOCIÉTÉ CIGARE Y LA ILUSIÓN DEL HUMO
Al cruzar dos puertas de cristal y pasar junto a la colección de vinos del restaurante noté que el humo de Société Cigare flotaba en el aire. Sí era el salón de puros, un espacio que luce la misma decoración del restaurante y el hotel, art déco. Sin embargo, el ambiente es una curiosa mezcla de sofisticación y bar deportivo, ideal para amantes de los puros de todos los ámbitos.
La cava de puros tiene vista al bar y se pueden encontrar tabacos con precios que oscilan entre los 13 y los 200 dólares canadienses. Hay puros cubanos, gruesos y de sabor robusto, y puros hechos en Estados Unidos con mezclas de Nicaragua, Honduras y República Dominicana.


Sin duda el Hôtel Maurice es perfecto para mezclar la vida nocturna, con el relax y la gastronomía. Gran lugar para comer y beber bien, bailar y hacer nuevos amigos, tanto en el hotel como en los bares del barrio, porque está situado en un punto estratégico en donde la vida nocturna pulula como los sueños.

EN LA RED
Maurice: hotelmaurice.ca
Quebec Región: www.bonjourquebec.com
Quebec City: www.quebec-cite.com

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