10 Nov GEORG J. RIEDEL: HISTORIAS A TRAVÉS DEL CRISTAL
Por: Cindy Agustín
Amable, pero enfático mientras realiza una cata, Georg J. Riedel, el dueño de una de las compañías de copas de vino más prestigiosas en el mundo, Riedel the Wine Glass Company, parece irónico al contestar que a pesar de que su compañía tiene varias filiales fuera de Austria, como Estados unidos, Canadá, Japón, Gran Bretaña, Alemania, China y Australia, continúa esperando el viaje más emotivo de su vida.
Sin embargo, su gran sonrisa no deja un sesgo de duda. “Sigo esperándolo”, me comentó en una entrevista realizada en la Ciudad de México.
George Riedel es un fabricante de copas de vino, un negocio familiar establecido desde el año 1756, por lo que el señor Riedel forma parte de la décima generación y quien decidió llevar las riendas a partir de 1994, con la firme filosofía de ver hacia el futuro y actuar en concordancia. “Creo que el siguiente paso sería poner la semilla en países que tienen una gran población como la India y países africanos, y empezar a promover la idea de una mejor forma de conocer y apreciar las bebidas”.
Los países mencionados enfrentan desafíos económicos, al igual que México, y éste último también está en la mira de oportunidades de negocio para Georg.
Durante la última visita a nuestro país, el experto en copas se reunió con varios productores de mezcal, un hallazgo que desea comentarlo a los cuatro vientos: “Tuve una reunión muy interesante con productores de mezcal, platicamos de los consumidores, conocí la jícara donde se consume y así pude conocer la estructura natural de la base, distinguí la superficie de su interior que es única (que no podría recrearse en vidrio) pero la forma ayuda a la fase olfativa y a la misma degustación”.
Aunque muchos afirman que ya hay en el mercado una copa Riedel para este destilado mexicano, él no sabe aún cuándo podría crearse una copa Riedel para beber mezcal, pero ya lo está pensando. “El siguiente paso es presentar algunos prototipos de acuerdo a la reunión que tuve, y de ahí se vislumbraría qué haríamos después”. Y estas ideas se presentan precisamente durante un viaje de negocios que hizo. No obstante, este austriaco de 65 años de edad que siempre viste elegante saco obscuro, no sólo viaja por cuestiones relacionadas a la empresa, también se viste de ropa deportiva para conocer paisajes naturales tanto en su país como fuera de éste.
“Sí, también he hecho excursionismo en mi vida. Y puedo decir que he estado en el lado occidental de Austria (en Tyrol) y también en Arizona, son lo mejores lugares para esta actividad”. Valles de gran belleza que de manera atenta me invita a conocerlos.
PERSONAJES MEMORABLES
Georg Riedel ha llegado a confesar que no le teme a nada en el mundo, excepto al fracaso. Y en consecuencia, su firma ha evolucionado adquiriendo en 2004 otras empresas de copas como la alemana Nachtmann que integra la renombrada marca Spiegelau. Grandes logros para un apasionado de las maratones, quién orgullosamente comenta que fue a la edad de 30 años que empezó a correr, una disciplina que le llevó cumplir con 10 maratones.
El padre de Georg, Claus J. Riedel (novena generación) revolucionó la forma de hacer copas de vino; tomó en cuenta el buqué, la esencia del propio vino y su balance en la degustación para crear copas “amigables” con forma y tamaño específico y un cristal liso. El profesor Claus J. Riedel diseñó por primera vez, la colección Sommelier, hecha a mano con un diseño acorde a la Bauhaus y que actualmente, ejemplares como la copa Burgundy Grand Cru se encuentra exhibida de forma permanente en el Museo de arte Moderno de Nueva York.
“Eso significa que no sólo hacemos copas funcionales, sino también ‘time pieces’ que significa que realizamos copas que reflejan el espíritu del tiempo. Y todo se lo debemos a Claus Riedel, quien fue el primero en crear copas de vino cuya producción se han convertido en una colección permanente en el MoMa, lo cual significa mucho para nosotros. Yo las considero icónicas.”
Como esta historia hay cientos más que se funden como el cristal a través de más de 40 años de experiencia en el ramo. El señor Riedel no puede negar que varios momentos memorables han estado intervenidos por una copa de vino, y recordó las visitas que ha hecho a Napa Valley, donde fue crucial conocer al famoso vitivinicultor, Robert Mondavi.
“La historia que se forjó entre Riedel y Mondavi es hermosa. Tuve la oportunidad de comercializar las copas Riedel en Estados Unidos gracias a Robert. Él fue un gran productor de vino, un apasionado, un visionario, quien además compartía mi teoría que la sofisticación viene de la mano de la complicación”.
En cada visita a un país, Georg J. Riedel toma en cuenta varios aspectos culturales. “Realmente disfruto conocer personas y platicar con ellas”. Me reitera con un apretón de manos y una sonrisa vuelve a aparecer en el rostro de este empresario, quien asegura que pronto regresará a México.
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