LA MAGIA DE LO COTIDIANO: STEFANO PULEO

23 Sep LA MAGIA DE LO COTIDIANO: STEFANO PULEO

Por Gabriela Gorab

Las composiciones de Stefano Puleo (Aci Trezza, Sicilia, 1950, ya sean mujeres, personajes o paisajes, parecen ventanas que nos invitan a descubrir historias en tiempos sin tiempo. Cuando comienza a dibujar en el lienzo, cualquier sujeto parte de una idea que evoluciona a través de la fantasía y la inspiración del momento. Buscar la armonía general de la composición es esencial para la construcción del cuadro. El equilibrio tonal y la misma armonía los busca en la aplicación del color y la luz, para que en la imagen pueda surgir una belleza intrínseca, y esto es fundamental para la sensación de atemporalidad.
Su paleta de colores, alegre y muy mediterránea, es realmente impresionante. Viniendo de una cultura mediterránea, influenciado al principio de su experiencia pictórica por el periodo expresionista y fauve, prefiere utilizar colores cálidos con la inclusión de colores fríos, suavizando los contrastes. Los elige en relación al sujeto y a la inspiración del momento creativo. Le encanta crear los diferentes tonos en base a lo que el cuadro le sugiere para encontrar un equilibrio en los colores y armonía en la forma.
Es común ver formatos grandes en sus obras, aportando un toque de espectacularidad y acentuando la belleza de las formas y los colores. Trabajar en grandes formatos, para él, que dibuja directamente sobre el lienzo sin usar bocetos de referencia, es siempre un desafío que realza su creatividad. Encuentra la libertad ejecutiva necesaria para adoptar planos amplios y luminosos, que destacan las formas y los contrastes de color, aunque a veces conlleva notables dificultades.

Nacido en Aci Trezza, un pueblo costero en la provincia de Catania, todavía siente la influencia de su tierra natal. El color, la luz, la luz del sol y la intensidad cromática son fruto del recuerdo de su tierra de origen.
Su carrera artística comenzó en los años 60, con su debut en 1966. No cree que su enfoque hacia el arte haya cambiado mucho con los años. Quizás ha cambiado la manera de enfrentar las dificultades que surgen con una profesión difícil y problemática como la del artista, pero esto ocurre inconscientemente capitalizando experiencia. Desde que se acercó al mundo del arte, ha pensado que usar la energía para mejorar, trabajar con continuidad, prepararse culturalmente, ser uno mismo y, sobre todo, ser crítico consigo mismo, son puntos a seguir para afirmarse como pintor, y es lo que todavía piensa.
Entre sus proyectos futuros, destaca una exposición individual en la Galería Faustini de Florencia, Italia, para el 50º aniversario de la galería, en septiembre de 2024. La exposición individual en el Museo de Castel Dell’Ovo, en Nápoles, Italia, en 2010, es el proyecto que le ha dado mayor satisfacción. De todos los premios y reconocimientos que ha recibido, aprecia especialmente el ‘Premio delle Arti e Cultura’ en Milán, Italia, en 2009. Le gustaría ser recordado simplemente como pintor. En Mexico, lo representa Hector Diaz Gallery.

El arte del Maestro italianoo refleja el espíritu del Mediterráneo. Con texturas distintivas, contornos marcados y una vibrante energía, sus obras son fácilmente reconocibles y transmiten una vitalidad estimulante. Su formación clásica y su proceso creativo, influenciado por grandes maestros, se evidencia en la estructura sólida de sus composiciones visualmente atractivas y perfectamente ejecutadas.
Sus paisajes no son fieles representaciones topográficas, sino una mezcla de diferentes perspectivas que se combinan en una sola imagen. La verdadera belleza de su obra radica en su capacidad para capturar la esencia de los lugares que representa, utilizando colores vivos y una energía que refleja el espíritu de los pueblos mediterráneos. Sus paisajes, entre lo real y lo imaginario, envuelven al espectador en una cálida tranquilidad.
Sus figuras, aunque basadas en estándares clásicos, son únicas del artista. Las mujeres que representa, dibujadas con sensibilidad e ingenio, son símbolos de la naturaleza femenina, cautivadoras y sensuales, y irreconociblemente de Puleo.
La magia de la obra de Puleo reside en su capacidad para revitalizar temas y paisajes tradicionales, haciéndolos únicos y llenos de vida. En un mundo cotidiano y rutinario, el arte de Puleo es un respiro de optimismo y alegría exuberante.